La empatía en la Mediación
La habilidad más demandada en los profesionales del sector.
Continuamente hablamos de las habilidades que debe disponer un profesional de la mediación y encontramos diversas respuestas a esta pregunta. Algunos mediadores remarcan unas, y otros dan importancia a otras. No obstante, hay una habilidad en concreto que reluce entre todas, y esa la figura de la empatía.
Dicha habilidad debería ser innata en cualquier perfil de un mediador ya que ayudará al desarrollo de su profesión, pero como muchas de las situaciones en las que nos encontramos, hay personas con más o menos capacidad de ser empáticas. Aunque esto pueda sonar desalentador, lo importante es no rendirse y trabajar diariamente en ello, no nos rindamos ante esta situación.
Hacemos referencia a la empatía como una habilidad cognitiva que tiene cada persona para comprender el universo emocional de otra. Lo que entre los profesionales de la mediación se ha dado en denominar de forma habitual: “ponerse en la piel del otro”. Pero además y al margen de los procesos de mediación, es también una aptitud necesaria para el desarrollo interpersonal, de establecimiento de relaciones, y de favorecimiento de la comunicación.
Con esta cualidad podremos llegar o al menos intentar comprender y entender aquello por lo que nuestros clientes están pasando, es una buena manera de hacerles sentir cómodos.
Esto último es un aspecto clave a tener en cuenta en un proceso de mediación, ya que, si las partes que acuden se sienten comprendidas en ese momento tan complicado, sentirán comodidad para manifestarse, o mostrar sus emociones, y es por eso que, a través del mediador, la parte que escucha podrá recoger toda esa información a la que no había prestado atención anteriormente, haciendo que abra su punto de vista sobre el conflicto.
Además, la empatía nos permite llegar a la otra parte y así poder comprender aquél desde una perspectiva más global.
¿Y qué podemos hacer para mejorar nuestra empatía?
Para mejorar esta cualidad tenemos que tener presente algunos consejos:
1. El mediador debe hacer el esfuerzo de comprender que su interpretación de los hechos no tiene por qué ser la mejor, y existe una amplia gama de posibilidades.
2. Para llegar a la empatía hay que olvidarse de los prejuicios, si juzgamos mentalmente a quien está hablando, nuestro lenguaje no verbal será percibido por
3. En mediación, pese a ser un proceso más ágil que la vía judicial, tampoco se debe tener prisa. Cada persona tiene un ritmo de adaptarse a la situación conflictiva, a las cosas nuevas que van saliendo durante el proceso, de construir su relato.
Si necesitas ayuda puedes ponerte en contacto con nosotros por email a legal@marinajimenezabogados.es , en el teléfono 662 257 258 o por medio de nuestro formulario de contacto.
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